El nuevo siglo XXI con sus transformaciones vertiginosas en todo tipo de actividades también ha irrumpido en nuestro deporte de manera increíble. No hay forma de que las nuevas tecnologías y todo su impacto vinculado a la inteligencia de los algoritmos, los drones, la digitalización transversal a todo, la gamificación de los e sport, etc. no tengan un fuerte impacto en el mundo del golf.

Los pensadores del mundo del golf debaten sobre el golf tradicional y las nuevas formas del golf, a veces, tratando de imponerse unos a otros, en este mundo donde todo se transforma en híbrido. En el trabajo por ejemplo vemos que las nuevas formas imponen hacerlo una parte en forma presencial y otra parte en forma remota. Algunos días se trabaja en las empresas y otros días bajo el formato home office.

¿Y no es eso lo que también ocurre en el mundo del golf entre el golf tradicional y el golf disruptivo? Obviamente sigue existiendo el golf presencial como lo conocemos desde siempre, pero avanza a pasos agigantados el golf disruptivo en espacios cerrados. Los simuladores, las canchas on line, los e sport de golf, los driving range gamificados, etc. son todas expresiones de un nuevo golf.

Hoy claramente siguen coexistiendo dos tipos de driving range que son el típico lugar para practicar donde todavía en algunos no ha llegado la tecnología ni tampoco el golf entretenimiento y aquellos otros donde la tecnología y el divertimento han experimentado un crecimiento notable. Obviamente en este debate entre el golf tradicional y el golf disruptivo hay que pensar que elegirán las nuevas generaciones ampliamente tecnologizadas. Los tomadores de decisiones en el mundo del golf deben analizar los nuevos comportamientos sociales.

La innovación aparece como una de las cualidades más importantes para que una organización sobreviva de cara al futuro. Los clubes tradicionales ya empiezan a competir con estructuras de golf distintas que atraen con tecnología, juegos, entretenimientos, música y gastronomía. Aquí juega fuerte el factor tiempo como un dato a tener en cuenta en una sociedad donde muchas actividades compiten por un mundo de consumidores.

Creo que el golf tradicional y el golf disruptivo deben mirarse en forma complementaria, no como una competencia entre enemigos. Ambos tipos de golf pueden sinergizar fuertemente y hacer un crecimiento que beneficie a todo el conjunto de las organizaciones y las empresas del golf.

El secreto entre el golf tradicional y el golf disruptivo estará en la búsqueda de un sano equilibrio.

¿Qué opinan de este debate?